Felizmente, la digitalización ya no está limitada a las empresas con elevados recursos financieros. Las plataformas tecnológicas, como por ejemplo las redes sociales, presentan costes reducidos y, en algunos casos, hasta inexistentes, dependiendo de la utilización que se les quiera dar.

De una forma simple, se puede decir que el proceso de digitalización ocurre en dos etapas:

1. Adaptación de los servicios y herramientas existentes a los canales digitales

2. Introducción de nuevos recursos y estrategias digitales para mejorar la customer experience.